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Esta semana a sido una de las más dificiles que he podido pasar, me han sucedido cosas que han hecho que mi mundo se volteara de cabeza, que me han hundido en una desolación profunda e intensa, que le a robado balance a mi vida.

Creo que desde hace mucho tiempo no he sentido un panico tan grande y no había llorado como una niña, como una niña que se encuentra frente a frente con el temor más grande de su vida y que se niega a pensarlo, a sentirlo y a vivirlo.

El mundo te presiona, sintes que cargas todo su peso sobre tu espalda, pero tienes tantas cosas que hacer, tantas personas con quien tratar y tratas de ser fuerte, más fuerte que las montañas, lo resistes todo y lo haces con una sonrrisa grande en el rostro, con serenidad y aparentas que nada te puede tocar; que el miedo, el dolor, la angustia, no nunca han tocado a tu puerta y jamás lo aran, y te enfrentas a la vida, y piensas que la has conquistado; pero te equivocas, no has conquistado nada solamante usas una mascara que muestra bienesatar, pero el miedo, el dolor la ansiedad, nunca te han abandonado, la sigues cargando,la sigues sintiendo y te carcome por dentro.

No puedes flaquear, no debes hacerlo, porque muchos se apoyan en ti, muchos esperan que aprietes fuerte su mano en un momento dificil, y si tu te ves fragil entonces ¿de que ayuda puedes ser?, la vida es dura y hay que enfrentarla con la mirada en alto, pero existen momentos en los que solo deseas que todo fuera más facil, que las cosas no dolieran, que la gente a la que amas siempre estubiera de la mejor forma posible, pero no es así, y duele pero hay que aceptarlo, hay que vivirlo, crecer y no dejar que ese malestar sea más fuerte que tu.

El miedo, el dolor y la anciedad, nunca te van a abandonar, pero tienes que mirarlos de frente, superarlos, para regresarle el balance a la vida, y así puedas dejar de llorar como una niña.